Veo gente alrededor con sus libretos,
Sus filosofías de vida.
Veo amaneceres y “buenas noches”
Que no me son propios.
Veo parte de lo que quiero
Y otro tanto de lo que no sé.
Qué parte difícil esa en la que el miedo entra.
Nos volvemos refugiados
Con tal de no golpearnos.
Volvemos a vernos en la idea de que al final,
Estar solos hoy es mejor.
Me pierdo en esa noche en que volví a verte.
Huelo el aroma a tierra mojada,
Eso que pasa en días de lluvia
O en los que uno está triste.
O enamorado.
Veo las gotas caer sobre el vidrio del auto,
Y me veo dentro sin querer.
Cansado de la lluvia y de mojarme,
Creo que, al final, lo mejor es quedarme.
Al menos uno se protege.
Pero llueve tan fuerte afuera,
Que Buenos Aires se vuelve tristeza,
Un poco de esos lugares vacíos de vida,
Como esos árboles sin hojas
Que nunca florecen.
Como un cielo nublado
O una canción de despedida.
Somos la parte gris de la tristeza,
La parte cálida de un adiós.
La parte débil de una lágrima
Y el corazón de un sueño tardío.
Somos eso que no queremos
Y también todo lo que anhelamos.
Somos lo que intentamos,
Lo que hicimos de nosotros.
Somos la timidez de un saludo,
La calidez de una espera.
La sonrisa de un encuentro.
Somos la parte gris de una nube
Y el cielo despejado en verano.
Así de brillantes.
Así de opacos.
Un poco de uno y de otro,
Un poco de lo que queda
Y otro poco de lo que perdimos.
Soy lo que tengo para darte
Y esa parte de lo que me falta.
Soy parte de lo quiero,
Y un poco más de otro algo
Que sencillamente ya no sé.
TINI