jueves, 19 de noviembre de 2015

Corazón


Cada cual camina por su vereda, respira su aire, se ahoga en su propia sudestada, duerme junto a sus fantasmas. Todos tenemos algún diablo interno por matar, y algún ángel a quien prenderle velas.
Quebramos lazos, nos convertimos en sombra, buscamos luz también.
Rebotamos en cuatro paredes. Retrocedemos, volvemos a avanzar, volvemos a retroceder.
Recordamos cuando no debiéramos, creemos en lo imposible, incluso hasta en lo utópico.
Volvemos a nosotros, pero en partes. No siempre los trozos que quedan vuelven a unirse, o al menos les lleva un buen tiempo volver a encontrarse.
Quedamos junto a ecos que rebotan en sueños, cada vez que uno cierra los ojos y cuando se sueña despierto también. Ese momento en que el soñar también puede volverse tormenta.
Los fantasmas se volvieron sólo un par de buenos momentos, la intimidad se volvió el rechazo a volver a abrir ciertas puertas.
Secamos lágrimas con fotos, escribimos sólo por desahogo, por malestar interno. Por rechazo al camino. Por despecho al pasado. Por dudas y por desconfianza al resto.
Por molestia con el tiempo, con las comparaciones, con lo que se diga sin certeza de causa.
Somos historias, somos fracasos, somos errores, nada cercano a la perfección, ni tampoco cercanos a merecernos odios.
Uno es vida, es alma, es cuerpo y también es su corazón…


                                                                                                 TINI


(*...Cada día iré sintiendo menos y recordando más...* - J.C )

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Lo que digan...O lo que soy


Puedo ser aire, también puedo ser sombra.
La mitad de lo que tengo y la mitad de lo que soy.
La mitad de lo que me queda, la mitad de lo que perdí.
Puedo ser todo y puedo ser nada.
Puedo ser luz y oscuridad,
“Buenos días” y un “hasta luego”.
Puedo ser foto o cajón de recuerdos.
Puedo irme muy lejos.
Puedo volver a intentar o vivir extrañando.
Vivir para recordar o vivir para ser olvido.
Puedo ser canción, ser poema o ser partida.
Puedo ser lágrima, despido, flores secas.
Puedo ser vino, licor y borrachera de una noche.
Puedo marcharme, alejarme por un tiempo.
Puedo volver a hablar, relacionarme.
Volver a intentar
O quedarme en sueños trabados,
En bloqueos nocturnos.
Puedo ser primavera o invierno eterno.
Puedo buscarte…
O no, ya no puedo hacerlo.
Ser ese tercero que siempre nombraste.
Puedo ser la inmadurez, la terquedad,
La comparación continua.
Puedo ser nostalgia,
También puedo ser rencor.
Puedo ser lo que digas, lo que veas,
También puedo ser lo que soy.


                                                                           TINI

lunes, 9 de noviembre de 2015

En piloto automático




Nunca anduve en terrenos planos. el mismo camino que siempre me hizo subir, es el mismo que me hizo caer. Cansado de extremos, busco siempre el mismo equilibrio. No solo con el resto, no solo con las ideas ni con el mundo. Conmigo.
Encontrar que uno es su vida, es su cuerpo y es su respiro. Que uno se satisface, se alegra y también uno es quien se lastima y no por culpa del resto. 
Uno es la cabeza de su andar, de su sentir y de su fuerza o cobardía. 
Su propia vida y el fallecimiento también. Las mismas ganas que nos suben son las que luego se emborrachan de infiernos. 
Avanzamos dos pasos. Retrocedemos tres.
Desprendemos silencios. Transpiramos silencios. Cosechamos silencios.
Siempre hablé mucho, soy así y lo seré. No obstante, no siempre dije mucho. He dicho más y mejor en miradas que en propias palabras. Siempre me hice entender mejor así. Todo se aprende, a hablar y a mantenerse callado también.
A la cima se llega y de la misma se baja. A veces a los golpes, dando un trompo de atención a tu cabeza en la esquina de una calle. Andamos a contramano, a contra partida, a destiempo. En piloto automático, casi por inercia diría. 
En blanco y negro, resucitando flores de primaveras muertas, buscando el calor de veranos que ya no recuerdan. El mismo sentir que ha de ser muchas veces una bendición, es el mismo que nos convierte en clausura. No hablamos de amores, de viejos recuerdos ni de partidas. Hablamos de uno y de sus propios caminos, de sus acciones y sus consecuencias.
No siempre somos derechos, no siempre hacemos todo del modo correcto. No buscamos ser correctos tampoco. Erramos, clausuramos, nos desordenamos. Decimos "buen día" y decimos "basta" también.
Y es ese encuentro bien propio de uno, cuando antes de dormir miramos al espejo y encontramos un reflejo que nos voltea y nos lleva a cuidarnos, porque si uno pierde sus pies, deja de caminar y en el fondo, todos queremos avanzar para que esa colina no nos haga bajar rodando...

                                                                                                        TINI

martes, 3 de noviembre de 2015

Cerrojos



Si el silencio será clausura,
Seremos clausura entonces.
Subiré a ese micro que me lleve lejos,
Que me olvide a mí,
Que te olvide a vos,
Que olvide un “quizás”
Y esas ganas de verte bien.
Seremos clausura, seremos cerrojo.
Cadenas rotas,
Rollos velados,
Fotos quemadas de tanta luz.
Seré cerrojo otra vez.
Seré cuerpo y seré alma.
Que nada abra nada de nuevo,
Que mis secretos solo sean guardados por mi.
Que mis palabras sólo queden en papel.
Que mis deseos se hundan junto al mar.
Que se agoten las canciones,
Que se pierdan las guitarras.
Seremos clausura, seremos cerrojo.
Viejos nuevos fracasos,
Bares que no cierren.
Whiskys de felicidad.
Penas que ya no existen
Al no existir alegrías.
Seré un buen amigo, un buen hermano,
Una buena oreja.
Seré malditamente idiota.
Perderé paciencias que solo me dejan.
Seré cerrojo, seré ceniza, seré duda.
Un candado cerrado y sin llaves.
Quiero ser noche y ser sombra.
Ser el vuelo de un adiós.
Quiero maldecir a terceros,
Quero maldecir pasados.
Y a ese maldito mundo que
Hoy me hace escribir como no quiero.


                                                                                                    TINI