Y así pasan las
horas,
Los meses.
Sumando fracasos
A nuestros sueños.
Una mirada, que
perdida,
Se desilusiona al
caminar torcido.
Un destino que siendo
propio
Resulta lejano.
Y así surgen las
ganas de irse,
De respirar nuevos
aires,
De husmear nuevas
caras,
Sin dejar de recordar
A quienes siempre
estuvieron.
Pasan los meses y la
brújula
Se desorienta aún
más.
El norte ha quedado
atrás,
Al igual que el
“nosotros”.
Nos volvemos un
desconcierto
Bajo un cielo de
grises nubes.
Nos damos cuenta que
la soledad
Y el orgullo se hacen
frágiles amigos.
Que a veces buscamos
estar solos
Porque nos
acostumbramos a eso.
No es feo tener
momentos solo,
No obstante, no es
menos doloroso tampoco.
Uno se vuelve
nostálgico todo el tiempo.
Es sentarse en una plaza de noche,
Es escuchar a Glen Hansard y leer Benedetti.
Es escuchar a Glen Hansard y leer Benedetti.
Es no querer molestar a nadie con sus historias,
Es sentir que estamos haciendo algo mal.
Es sentir que estamos haciendo algo mal.
Enciendo un cigarrillo,
Vuelvo a pensar en la idea del “fracaso”.
Como si ya no quedara nada.
Como si la nada lo fuera todo.
Como si mi laberinto no tuviera salida.
Como si solos no pudiéramos hallarla.
Me desoriento una vez más,
Otro lunes, otra semana que avanza.
Y así seguimos.
Reforzando las ganas a diario
Para no aterrizar con el rostro,
Que partido en lágrimas y en vacío,
Se sumerge en una nube gris
Que al caer la lluvia se ahoga
En los silencios que tiene guardados.
TINI
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